lunes, 28 de abril de 2008

Mediaciones Familiares y Escolares

Mediaciones familiares y escolares en la recepción televisiva de los niños.
(Algunos hallazgos recientes)*I



Hasta hace poco tiempo había predominado la idea de que los
niños entablan una relación directa con la programación televisiva.
Esta extendida creencia generó una posición maniquea
entre las instituciones y agentes educativos.
Por una parte están los que condenan a la televisión (TV)
y por tanto consideran que las únicas fonnas de "defender" a
los niños de su influencia nociva son: prohibirles que la vean o
controlar completamente los contenidos programáticos de los
distintos canales comerciales.
Por otra parte están los que consideran que la TV es una de
las "maravillas" del siglo xx y constituye un potencial intrínseco
muy rico que debe aprovecharse para la educación y otros
fines culturales e incluso para reforzar procesos de democratización
en la sociedad.
No obstante las diferencias en estas posiciones, 10 que ha
estado en juego en ambas ha sido 10 mismo: el emisor y el

mensaje de la programación. El receptor como sujeto activo del
proceso de la comunicación ha sido el "gran ausente" tanto en
los estudios donde se condena a la TV como en los que se busca
aprovecharla para fines sociales. Más aún, el receptor también
ha estado ausente en la búsqueda por una TV alternativa. Los
esfuerzos en este sentido han tomado como protagonista del
cambio de este medio al emisor, ya sea el grupo gobernante o
los grupos privados duefios de las empresas productoras y
emisoras, o a los contenidos mismos de la programación. Grupos
y propuestas como la de "mejor TV para nifios" justo se
inscriben en este esfuerzo. Aún se está lejos de lo que Fuenzalida
(1990) denomina una "TV alternativa desde el receptor".
Estudios recientes sobre TV y nifios tanto en Europa y
Estados Undidos como en América Latina y México (Orozco
1987; 1987b; Sánchez 1986; 1989; Charles y Orozco 1990) han
hecho ver la importancia del papel activo que juegan en el
proceso de la recepción tanto los mismos receptores, en este
caso los nifios, como sus padres y maestros en tanto mediadores
de ese proceso, determinando así el tipo de influencia que la
programación puede ejercer en las audiencias infantiles.
Esto significa, primero, que los nifios como televidentes
no nacen, sino que se hacen a través de la intervención implícita
o explícita de diversos agentes sociales, incluida la misma
institución televisiva. Segundo, que da das las diferencias socioculturales
existentes entre las audiencias, los nifios en tanto
televidentes no se hacen de la misma manera. Algunos quedan
más vulnerables que otros a la influencia de la TV como resultado
de una serie de intervenciones y condicionantes estructurales,
contextuales y situacionales. También significa que los
nifios no estánc ondenadosa consumirp asivamentelo s mensajes
de la TV y que es posible formarlos como receptores críticos
mejorando las prácticas de mediación al alcance de padres y
maestros.

El proceso de la recepción televisiva

Estudios críticos recientes coinciden en comprender la recepción
televisiva como un proceso que antecede y prosigue al
mero momento de estar frente al aparato (Corona 1988; Orozco
1990). Como tal, la recepción es un proceso largo y mediado
dentro del cual el niíio a la vez que receptor de la TV es hijo de
la familia y alumno en una escuela. En estas instituc~onesv a
realizando una serie de aprendizajes que "median" en la interacción
que entabla con la barra de programas, conformando de
una cierta manera su recepción televisiva. Asimismo, lo que el
niñ.o "toma" de la TV influye sus aprendizajes e interacciones
en otros escenarios sociales (Fuenzalida 1986; Orozco 1988).
El niño no se enfrenta a la pantalla con la mente en blanco
y absorbe invariable e irremediablemente los mensajes que se
le proponen (Charles 1987). Por el contrario, frente al televisor,
antes de encenderlo y después de apagarlo tienen lugar diversas
negociaciones (Hall 1982; Johnson 1983). El producto de estas
negociaciones puede ser la apropiación, el rechazo o la contraproposición
del mensaje propuesto.
Frente al televisor se da una primera apropiaci6n del
mensaje transmitido por éste, que, sin embargo, no necesariamente
es la definitiva; puede modificarse posteriormente (Orozco
1987b). Por ejemplo, se ha constatado que el niíio lleva su
apropiación inicial a su grupo de amigos o compaíieros de clase,
donde el mensaje es objeto de nuevas y regularmente también
distintas re-apropiaciones, a través del juego o del diálogo
(Corona 1986; Orozco 1987a).
Las mismas decisiones sobre la hora de "ver tele", qué
canal y qué programa, responden a una cierta forma para interactuarc
onl a TV, másq ue serd ecisionese spontáneasy aisladas
una de otra, y principalmente son el resultado de prácticas de
mediaci6n (o ausencia de ellas) ejercidas por la familia y la
escuela (Gunter 1985). Son también objeto de negociaciones
entre el niñ.o y los que lo rodean (McLeod y Brown 1976). Estas
decisiones y la misma forma de estar frente a la pantalla -ya
sea como una actividad individual o colectiva-, el hecho de

que se le preste toda la atención a lo que acontece en la pantalla
o se hagan otras cosas mientras se mira ocasionalmente son
prácticas aprendidas, esto es, producidas a lo largo del tiempo
y aunque están condicionadas en formas muy específicas, no
están totalmente determinadas, por lo que pueden modificarse
(Charles y Orozco 1990).


Mediaciones familiares
Los nifios como sujetos en socialización son objeto de diferentes
mediaciones en su desarrollo en general y en su recepción
televisiva en particular (Brown y Linne 1976).
Precisamente por su edad, la mayoría de las mediaciones
se realizan en el hogar y en la escuela, que son los "escenarios"
donde los nifios regularmente interactúan (Orozco 1987b).
A continuación reviso los resultados de los pocos estudios
que se han enfocado a averigllar estas mediaciones.
a) Varios estudios de recepción en Inglaterra coinciden en
mostrar que los nifios que pasan más tiempo solos en
casa tiende.1 en promedio a ver más TV que los que están
acom;>afiados, ya sea por hermanos o por algunos de los
padres (Morley 1986). Esto nos permite afirmar que una
primera mediación en el proc¡'so de r~cepción de mensajes
es la mera presencia de los familiares en el hogar.
Además de influenciar la cantidad de exposición a la TV,
la presencia de la madre o de alguno de los hermanos
mayores mientras el nifio ve TV, abre la posibilidad al
comentario o al juicio sobre lo que se está viendo y
escuchando, lo cual redunda en una apropiación más
consciente de los mensajes (Lull198]; 1982).
b) En un estudio observacional masivo en Estados Unidos
con nifios de educación básica y sus familias se encontró
que específicamente el tipo de comunicación dominante
en la familia era la variable más determinante para ver
TV (Lull1980). En las familias donde el patrón comunicativo
era de tipo "conceptual" (comunicación en la
que predomina el intercambio de ideas y conceptos),

todos, pero en particular los niftos, veían menos TV.
Además, cuando la veían eran más selectivos de la
programación y por 10 general no estaban muy satisfechos
con ver TV como una forma de entretenimiento
familiar. Por el contrario, en las familias donde la comunicación
era más de tipo "social" (menos orientada
al intercambio de conceptos y a la vez más receptiva a
ideas y costumbres nuevas) se hizo evidente que todos
los miembros de la familia tendían a ver más TV e
incluso a centrar buena parte del diálogo familiar sobre
temas tratados en la programación cotidiana.
c) En otro estudio también realizado en Estados Unidos,
se observó la incidencia de los patrones familiares disciplinarios
en la orientación del nifto con la TV. Se
encontró, en primer lugar, que el patrón de disciplina
empleado por los padres es un diferenciador de la cantidad
y tipo de programación televisiva que los niftos
consumen (Korzeny et al. 1983). En las familias donde
se emplea una disciplina de tipo "inductivo" (por convencimiento
y con mucho respeto para los niftos) éstos
son menos susceptibles al mensaje de los programas
comerciales. En cambio en las familias donde el patrón
disciplinario es más de "sensibilización" (más represivo,
con castigos y regafios y con menos razonamientos)
los niftos tienden a creer más lo que ven en la televisión.
d) Varios estudios en América Latina han mostrado que el
status de que goza la TV entre los padres es un buen
indicador de la legitimidad de su programación para los
niftos (Orozco 1988c; Fuenzalida 1984). Esto en buena
medida porque los niftos, tienden a imitar a sus padres
y de hecho imitan sus gustos de exposición a ciertos
géneros, programas o canales televisivos específicos.
e) La percepción familiar de su rol mediador ante la TV es
un factor importante que define las prácticas de mediación
en la recepción televisiva de los niftos (Orozco
1988c). Según un estudio realizado por Brown y LinneI

(1976) a este respecto pueden encontrarse cuatro tipos
de familia.
1. La "familia permisiva" que no se preocupa por 10
que ven los nifíos en la TV.
2. La familia cuya preocupación central es por la cantidad
de exposición de sus niños a la TV~ Este tipo
de familia limita el tiempo que los nifíos dedican a
esta actividad.
3. La familia que asume una actitud activa. Se preocupa
principalmente por jugar un rol explícito y comenta
10 que el nifío ve en la pantalla.
4. La "familia represiva" que tiene bastante controlada
la recepción televisiva en el hogar. Por ejemplo,
prohibiendo que el nifío vea determinada programación
o simplemente prohibiéndole completamente
ver TV.
De acuerdo a esta clasificación, las familias del tipo 1 Y 2
son las que ejercen una práctica menos mediadora. Las familias
del tipo 3 por 10 general son las más efectivas en su mediación.
Sorpresivamente las familias del tipo 4, que controlan
bastante la recepción de mensajes en el hogar, tienden a producir
un efecto contrario la mayoría de las veces.
t) La mediación de los padres también puede se indirecta
sin dejar de ser explícita, al fomentar en el nifío el gusto
por otras formas de información, diversión yentretenimiento.
Por ejemplo, en un estudio comparativo entre
países del Tercer Mundo acerca del uso que hacen los
nifíos del libro de texto, se encontró que en aquellas
familias donde los padres inculcaban en los hijos el
gusto por la lectura, éstos tendían a dedicar más tiempo
a esta actividad, restándole tiempo al ver TV y además,
usaban más sus libros de texto, que los otros que no
tenían estas condiciones (Orozco 1988).
En mi propia investigación el uso del libro de texto y el
gusto por la lectura resultaron variables significativamente

asociadas con la cantidad que los niños invierten frente al
televisor (Orozco 1988).



Mediaciones escolares
La escuela como institución constituye un ámbito de apropiación
de conocimientos y de "re-apropiación" del aprendizaje
producido en otras situaciones y momentos. El nifio se enfrenta
en la escuela a una serie de informaciones e interacciones
diferentes a las del hogar.
Diversos estudios sobre el rol socializador de la escuela
(Willis 1979; Giroux 1981) coinciden en afirmar que ésta constituye
una instancia mediadora muy importante en el proceso
educativo del alumno.
a) Laforma en que se socializa a los alumnos en la escuela,
cumple una función mediadora también en la interacción que
entablan con la TV. Esta fue una de nuestras conclusiones en un
reciente estudio entre nifios de la ciudad de México de diferentes
estratos socioculturales (Orozco 1988).
Pore jemplo, enl as escuelasd ondee l métodod e ensefianza
es autoritario, y se socializa al alumno para obedecer, ser respetuoso
de los demás y diligente en las tareas -y así cumplir su
rol social como clase subordinada- por 10 general los nifios son
mucho más receptivos a cualquier figura de autoridad, que los
socializados de otra manera. Esto incide en la mayor o menor
legitimidad que otorgan a cierta programación televisiva, como
las telenovelasy los noticieros, y a ciertos personajesL. os nifios
socializados para roles de liderazgo, por el contrario, no otorgan
mucho crédito a las telenovelas, relativizan más el rol de la TV
en sí, y también el del maestro o cualquier otra figura que
representala autoridad.
b) Otro de nuestros descubrimientos en la investigación
arriba citada se refiere al método pedagógico. Las escuelas que
usan alguna variante de la pedagogía activa (Montessori, Freinet,
etcétera) por lo general ejercitan mejor a los alumnos en la
argumentacióny negociación.E sto ser eflejó enl os comentarios
que los nifios hicieron de la programación, quienes por 10


general, fueron más críticos que los nifios educados con métodos
tradicionales.
c) Fuenzalida (1984; 1986) sugiere que la cantidad de
información que un nifio posee influye en la apropiación de los
mensajes que hace de la TV. La razón estriba en que mientras
más información tiene el nifio sobre un acontecimiento o situación
reportada en este medio de comunicación, menos probabilidad
hay de que se "trague" el sentido o significado que se
le otorgue.
d) De acuerdo a nuestras propias investigaciones (Orozco
1988) los maestros que en clase propician una discusión sobre
10 que los nifios vieron en la TV o simplemente usan el periódico
regularmente como insumo informativo para la discusión de
ciertos temas de interés social, tienden a tener alumnos que son
receptores más críticos.
La discusión en clase de programas específicos de TV o de
contenidos del periódico ha probado ser, no sólo entre los nifios
mexicanos, sino en general (Dorr 1986; ACT 1983), efectiva
práctica mediadora en la apropiación que los nifios hacen de los
mensajes.
e) También se ha mostrado que la intervención explícita
del maestro es decisiva incluso para el aprendizaje de algún
programa educativo (Orozco 1987b). En una revisión de estudios
sobre programas "prosociales" (programas con un contenido
socialmente deseable para ser aprendido) se hizo evidente
que el grupo que había tenido un reforzamiento en clase sobre
los mensajes educativos del programa los había asimilado mejor,
que los nifios que sólo vieron el programa pero no habían
tenido oportunidad de discutirlo con su maestro (Orozco
1987b).
f) La opinión del maestro sobre lo que debe "traerse" al
salón de clases es un factor importante en la mediación que los
maestros realicen con los nifios en la escuela. Sobre este punto,
se han encontrado tres tipos de maestros (Lusted y Drummond
1985):
1. Aquellos que piensan que la TV debe mantenerse al
margen de los procesos de ensefianza-aprendizajc. En-

tre estos maestros domina la opinión de que los medios
de comunicaciónn o tienenn adaq ue ensefi.ary, por tanto
no son dignos de ser tomados en cuenta en un proceso
educativo.
2. Maestros que eventualmente consideran que algún pro- grama de radio o televisión o un periódico deben servir para estimular algún aprendizaje en los alumnos. Este tipo de maestro piensa que sólo ciertos programas son
educativos, pero que en general habría que aprovechar
mejor el potencial que ofrece la TV, sobre todo a través
de programas de TV educativa.
3. Maestros que opinan que la TV constituye una influencia
constante en el proceso educativo de los nifi.os, por lo
que es necesario "traerla" al salón de clase para sancionar
sus mensajes y aprovechar su potencial e información,
según los objetivos de la escuela.
El grado de mediación realizado por padres y maestros a
su vez depende de varios elementos, entre los que destacan el
nivel socioeconómico, la cultura, el nivel educativo de los
padres, la filosofía educativa, la orientación pedagógica de la
escuela, así como determinadas actitudes frente a la TV y a los
medios de comunicación en general (Orozco 1990). Por esta
razón es importante analizar las prácticas de mediación específicas
que ciertos tipos de familias y de escuelas llevan a cabo
en una determinada sociedad.


Gullermo Orozco Gómez

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